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Emprender con éxitos. |
ATAQUE DE PÁNICO
Los ataques de pánico son períodos en los que el individuo sufre de una manera súbita un intenso miedo o temor con una duración variable: de minutos a horas.
Los ataques o crisis de pánico generalmente aparecen de repente y pueden alcanzar su máxima intensidad en unos 10 minutos. No obstante, pueden continuar durante más tiempo si el paciente ha tenido el ataque desencadenado por una situación de la que no es o no se siente capaz de escapar.
En los ataques de pánico, sin disminución de intensidad y desesperación por una situación, los individuos pueden hacer grandes esfuerzos importantes por intentar escapar de la sensación y el descontrol que estos generan.
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Ataque de pánico |
La Universidad de Londres publicó en la revista médica Science
(2007) que
cuando sentimos ansiedad extrema o pánico, la actividad cerebral se desplaza
del lóbulo frontal a la zona media del cerebro.
Esto fue demostrado con escaneo, que mostraban cómo la circulación de sangre aumentaba en la sección
del cerebro que se volvía más activa. En la parte frontal del cerebro (la
corteza prefrontal), es
la zona encargada de la toma de decisiones y el poder de racionalización. La zona
media del cerebro (la zona gris periacueductal), es donde se originan los mecanismos de
supervivencia, como el de lucha
o huida.
Los ataques de pánico no duran mucho pero son tan intensos que la persona afectada los percibe como muy prolongados. A menudo el individuo siente que está en peligro de muerte inminente y tiene una necesidad imperativa de escapar de un lugar o de una situación temida.
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Pánico |
En el comportamiento diario, estas personas evitan situaciones complicadas por temor y algunos síntomas relevantes que presentan son:
En lo emocional: Inseguridad, Dificultad para concentrarse, pensamientos negativos y preocupación constante.
En lo fisiológico: Molestias estomacales, palpitación, taquicardia, presión en el pecho, molestias estomacales, dificultad para respirar, tensión musculas y mareos.
Técnicas para eliminar los ataques de pánico.
La clave no es empezar a tomar una medicación nueva, ni realizar cambios importantes en el estilo de vida ni practicar novedosos ejercicios de relajación. La clave reside en dejar de meterle a la idea de tener otro ataque de pánico…
Esta puede parecer una observación obvia y simplista, pero aguarda un instante y reflexiona un momento acerca de lo que te propone. Si te fijas bien, tu búsqueda de una solución a la ansiedad y los ataques de pánico está fundamental y principalmente motivada por el temor a tener otro ataque.
Cuando una persona tiene un ataque de pánico por primera vez, es probable que sienta que su mundo se derrumba irremediablemente a su alrededor. En Ningún lugar se siente seguro, a medida que la ansiedad se convierte como en un acosador acechando detrás de cada paso.
Cuando esto sucede, las reacciones naturales son comenzar a evitar situaciones que generan ansiedad, o auto medicarse al punto de quedar paralizado por el temor. Estoy seguro de que acuerdas conmigo en que ninguna de estas es una solución satisfactoria.
Luego de sufrir un ataque de pánico por primera vez, la experiencia puede ser tan impactante que deja una fuerte impronta en la psique de la persona. Esta impronta mental genera un ciclo continuo de ansiedad (ver el diagrama) a través del cual comienza a desarrollarse un miedo insano a tener otro ataque de pánico. Una persona puede permanecer desde meses hasta años atrapada en este ciclo repetitivo de ansiedad.